Smoke (1995)

Smoke

En una esquina en algún lugar de Brooklyn, Auggie (Harvey Keitel) tiene un estanco. Todos los días a la misma hora saca su cámara de fotos, la coloca sobre un trípode, apunta a la esquina opuesta del cruce de calles y saca una fotografía. Cada día es distinta. Cambian los coches que pasan, las personas que se cruzan delante del objetivo, la meteorología. Tiene 4.000 copias de la misma esquina desde que comenzó este ritual. En torno al estanco se reúnen otros personajes de los que poco a poco empezamos a conocer algo más.

Está Paul (William Hurt), un escritor atormentado por la muerte de su esposa, que acoge en su casa a Thomas (Harold Perrineau Jr.), un adolescente de color que ha robado a unos pandilleros del barrio una importante cantidad de dinero. Este a su vez quiere conocer a su padre, Cyrus (Forest Whitaker) que le abandonó huérfano de madre al cuidado de su tía doce años antes. Por otro lado, Ruby (Stockard Channing), una antigua amante de Auggie, se presenta y le dice que tiene una hija adolescente suya con problemas de drogas y embarazada.

En este filme firmado por el cineasta independiente Wayne Wang, veremos cómo este conjunto de personajes que se entrecruzan en torno al estanco van a ir creciendo y desarrollándose, resolviendo de una forma u otra los problemas a los que se enfrentan. El filme está rodado con sobriedad, pero también con elegancia, con un ritmo pausado pero muy adecuado para permitirnos comprender a los personajes, todos ellos excelentemente interpretados por sus actores y actrices.

La película termina con un bello epílogo en el que Auggi cuenta a Paul a modo de cuento de navidad cómo consiguió la cámara fotográfica, una Canon AE-1, con la que todas las mañanas toma su reiterada imagen de la esquina opuesta al estanco, y que justifica su inclusión dentro de la colección de películas que vinculan la fotografía tradicional al cine.

Una película altamente recomendable, salvo que el único tipo de cine que te guste es el de hincharse a palomitas mientras descerebrados con pistolas o superpoderes se parten los morros entre explosiones en la pantalla. Esto es otra cosa. Muy distinta. Afortunadamente.

Yo le pongo 4 estrellas: ****.

Si quieres, puedes mandarme un comentario (correo electrónico).

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