Boyhood (2014)
Precedida de gran expectación, aunque no demasiada publicidad, ha llegada a las pantallas españolas la última película del personal director RICHARD LINKLATER. Casi tres horas de versión original, a partir de una fórmula de rodaje que si bien no es del todo original, sí que ha sido muy poco utilizada por su difícil planificación y financiación. Evidentemente LINKLATER gusta de jugar con el tiempo en sus proyectos. Si su apreciada trilogía ANTES DE… nos permite seguir la historia de una pareja acompañándoles durante unas horas cada 9 años, aquí se condensa en una sola película una lapso de tiempo de 11 o 12 años, que son los que ha durado el rodaje de la película. Ya que los intérpretes son los mismos durante ese tiempo, siguiendo su proceso personal de maduración y transformación física. Y eso que nos cuenta que el tiempo total de rodaje no pasó en esos años de los 39 días… En cualquier caso, conforme avanza la película, también se percata uno de que puede encajar perfectamente en mi colección dedicada al mundo de la fotografía en el cine, y aquí queda en esta colección.

Olivia, la madre, con sus dos hijos, hacia el principio de la película, hace doce años. La figura de la madre aunque discreta, es de gran importancia.
Argumento
Porque la película nos cuenta la niñez y adolescencia de MASON (Ellar Coltrane), un jovencito que vive con su madre OLIVIA (Patricia Arquette) y su hermana SAM (Lorelei Linklater), y manteniendo contactos frecuentes con su padre MASON (Ethan Hawke), cuya relación con la madre fracasó porque la vida les pilló jóvenes y con hijos demasiado pronto e inmaduros. Y así seguimos la vida del chico desde que tenía seis años y su madre decide dar un cambio en su vida que le permita progresar y mantener adecuadamente a su familia al mismo tiempo que crecer como persona, hasta que el joven MASON entra y da sus primeros pasos en la universidad. Un camino que, como el de muchas familias, está salpicado de dramas, alegrías, inseguridades y descubrimiento del mundo.

Si bien la película se centra en el hermano masculino, de alguna forma también nos cuenta la historia de Samantha, la hermana femenina, aunque su presencia se va haciendo más débil conforme avanza el filme. Abandona antes el hogar. Buen trabajo de Lorelei Linklater, la hija del director.
Interés fotográfico
Según he leído por ahí, la película toma aspectos de la biografía del director, sin que se pueda considerar una película autobiográfica. Esta rodada en TEJAS, el chico se vuelve vegetariano, la madre acaba siendo profesora universitaria de psicología,… y tiene un interés por las artes visuales. Lo que pasa es que si el interés de LINKLATER derivó hacia la cinematografía, la imagen en movimiento, MASON, el protagonista de esta película, encuentra su razón de ser en la imagen fija, en la fotografía.

No faltan las fotografías familiares en la película, y en estos días, vemos a Mason en el momento de terminar su educación secundaria, casi en la actualidad, eso implica los omnipresentes móviles con cámara.
En el momento del 15º cumpleaños del muchacho protagonista descubrimos que ya tiene un interés por la fotografía. Su hermana, con ironía, le dice que siempre es un bicho raro. Porque en una época en la que ya está totalmente implantada la fotografía digital, el muchacho gusta de la tradicional fotografía sobre película tradicional. En ese cumpleaños le vemos usar una cámara Nikon, cuyo modelo no he conseguido identificar, armada de lo que parece un sencillo 50 mm, lo cual ya define de alguna forma el interés del muchacho de la fotografía como forma de expresión, de manejo de la materia.

El protagonista y su hermana pasando un domingo en familia para el 15º cumpleaños del chico, con la Nikon para película con el 50 mm.
Una interesante escena se produce en un cuarto oscuro, a escasa y rojiza luz de seguridad mientras revela algunas copias por métodos tradicionales. En ese momento, uno de sus profesores de fotografía, aun en el instituto, intenta hacerle reflexionar sobre cuál es la forma adecuada para él de afrontar un futuro como fotógrafo profesional. Reconoce el profesor la calidad de las fotografías del chico. Pero esto no basta. La competencia va a ser muy dura, feroz. Y por lo tanto tiene que aprender a trabajar duro. Y a trabajar no siempre en lo que quiera o le inspire. Sino que se debe forzar a trabajar de continuo, y a aceptar trabajar también para quien esté dispuesto a contratarlo, a confiar en el como fotógrafo. La fotografía como arte versus la fotografía como modo de ganarse la vida.

Mason en el cuarto oscuro, revelando copias fotográficas al estilo tradicional, mientras sus compañeros editan sus fotografías digitales en sus iMacs.
De hecho, el profesor le encarga un trabajo. Tiene que cubrir un encuentro de fútbol americano escolar. Deporte que al chico ni siquiera le gusta. Ahí lo vemos todavía fiel a un equipo Nikon. En concreto a un modelo que se consideró en su momento, con sus 10 megapíxeles, como una de las mejores réflex digitales que se podían comprar. Eso fue en 2005. Pero si en ese momento de la película el muchacho tiene unos quince años, y teniendo en cuenta que tenía 6 años en 2002, nos encontramos en 2011. Una cámara «vieja» ya en ese momento. Eso sí «armada» de lo que parece un buen zoom teleobjetivo, para cubrir un acontecimiento deportivo. No tenemos datos de si la cámara es propiedad del chico, o tal vez sea propiedad del instituto, material educativo para los alumnos de esta asignatura. En algunas partes del mundo, la educación funciona así. Ya sé que en nuestro país esto no se entendería… pero… alguien lo consideraría un lujo o superfluo… qué se yo.

El chico no tiene remedio. En vez de cubrir el acontecimiento deportivo con su cámara, se siente más atraído por lo que sucede en las bandas o en las gradas… incluso sus amigos le toman el pelo al respecto.
Cuando a Mason le llega el momento de su primer amor adolescente importante, uno que le impactará, la chica, SHEENA (ZOE GRAHAM), será su modelo y su fuente de inspiración. Y no sólo eso, su trabajo con ella le permitirá ganarse una beca para estudiar bellas artes en la Universidad de Tejas, con una especialización en fotografía. Es el momento en que el muchacho empieza a salir del conúndrum de la adolescencia y a encontrar su camino en la vida. A saber qué quiere hacer en un futuro.

Majica, pero un poco puñetera la novia… sí…
Más adelante podemos ver que ya el muchacho ha actualizado su equipo. Y que lleva un equipo serio. Aunque eso sí, lo siento por los Nikonistas, pero se ha pasado de bando. Una excelente Canon EOS 7D, con un objetivo que no he identificado es el equipo con el avanza por la vida en camino a ser fotógrafo y adulto. Interesante el recorrido.

Mason con la EOS 7D, ya hacia el final de la película. Una cámara longeva para los estándares actuales, pero moderna y contemporánea de la acción de ese momento. No como la Nikon D200 de antes que resulta un poco «desfasada».
Interés cinematográfico
Esta es una película que en primer lugar sorprende y apetece ver por su planteamiento. Un proyecto a tan largo plazo, con un guion que necesariamente se ha de adaptar a la evolución personal de cada uno de los intérpretes, que se ha de reflejar en los caracteres ficticios que representan. Desde mi punto de vista va de menos a más. En los años más jóvenes, estamos ante un niño al que le pasan cosas y observa el mundo. Pero en esos años, la película va registrando el entorno social y familiar, pero no puede definir la evolución futura. Por lo tanto, nos deja con cierto desconcierto. O por lo menos a mí. Pero poco a poco, la personalidad del joven se va definiendo, y LINKLATER empieza a ser fiel a su estilo de cine en el que los diálogos tienen un importancia fundamental. Y hay diálogos muy interesantes y muy sustanciosos en la película. La película no busca dramas excesivos, aunque los hay importantes, ni situaciones excepcionales. Plantea lo que puede ser el recorrido de una familia tejana en los tiempos actuales. No una familia especial. Una familia como otras que seguramente existen.

Es curioso que hacia el final de la película haya cierto parecido entre Mason Jr y Mason Sr, a pesar de que no estén emparentados en la realidad. En cualquier caso, la evolución del padre y de su relación con los hijos es bastante interesante.
Una de las claves de la película son los intérpretes. Es una apuesta muy compleja la de seguir a una serie de personajes, cuatro fundamentalmente, en su evolución durante doce años, cuando los intérpretes que los encarnan también están evolucionando, no siendo previsible cómo va a ser su evolución. He de decir que ELLAR COLTRANE, el protagonista, probablemente sea el eslabón más débil de la producción, aunque funciona adecuadamente. Pasa de ser un niño muy interesante y vivaz a un adolescente un poquito soso. Al que se impone un carácter interesante sólo a base de unos diálogos y unas experiencias que no siempre las incorporas a la interpretación del actor. Pero funciona. La hermana, la hija del director, tiene momentos estupendos, aunque lamentablemente se le va robando protagonista conforme va creciendo, por lo que se luce más en sus años de infancia. Y los que hacen unos papeles fenomenales son ARQUETTE y HAWKE. ARQUETTE nos ofrece una madre que vive en la constante contradicción entre sus buenas decisiones para su crecimiento personal y sus malas decisiones para sus relaciones de pareja, poniendo siempre por delante a sus hijos, y condicionando a la larga quién es. Sus escenas finales esconden una reflexión profunda, pues siendo una madre joven se siente vacía a una edad en la que por profesión y por situación vital le debería quedar mucho por ofrecer. El ciclo del hijo es también el ciclo de la madre. Interesante el contraste con el padre, perfectamente adaptado a las características de ETHAN HAWKE, que pasa de ser un error de juventud de la madre a ser la persona con la que ella hubiese sido feliz, pero que tiene otra vida, otra familia, otro futuro. Ha madurado, ha crecido, y lo ha hecho respetando a sus hijos y a OLIVIA. Es algo que también tiene que ver con la amargura final de esta, pero al gran trabajo que ha hecho sacando adelante a su familia.
La película como digo crece poco a poco. A pesar de su larga duración, lo cierto es que cada vez te sumerges más en ella. Contrastando con la biografía de su director, vemos que hay elementos de su propia vida que ha reflejado en la vida de MASON. Y al final, le concede un futuro esperanzador. Quizá demasiado benevolente. Quizá demasiado fácil… No lo sé. Pero bueno… es así. En cualquier caso, yo le pongo una nota alta, cuatro estrellas: ****.

Mason con su amor adolescente, en el momento más alto de su relación, en su primer viaje ellos solos cuando empiezan a preparar su ingreso en la universidad.